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jueves, 6 de junio de 2013

Maneja tu conducta de consumo.

Necesidad, será sólo aquello que pueda pagar sin coger fiao ni prestao

NECESIDADES HUMANAS

Un amigo me dijo que no podía vivir sin carro, sin celular y sin un tercer asunto que no conviene publicar. Lo dijo con tanta seguridad que me quedé con la boca abierta, sin decir palabra. Algunos fabricantes, prestamistas, comerciantes y publicistas...
se han encargado de cocinarnos el cerebro para que de verdad sintamos y pensemos como mi amigo.

Las verdaderas necesidades que tenemos son las mismas que tenía la gente en la época de nuestro patricio Juan Pablo Duarte, son las mismas de la época de Cristo, hace dos mil años  y también de hace veinte mil años. Ninguno de ellos conoció ni sufrió por carencias de celulares, cirugías estéticas, artefactos eléctricos, vehículos, camas ortopedonomatopéyicas y demás inventos de los años recientes.

Alimentos, casa, cariño, sexo, salud, seguridad, pertenecer a un grupo y sentirnos valiosos son las reales necesidades con las que nacemos y vivimos. Para satisfacer algunas de esas necesidades la tierra y la naturaleza regala todo lo necesario y para las otras no se necesita mucho dinero.

¿Por qué atormentarnos por cosas que, si bien brindan comodidad, no son indispensables para vivir con felicidad?

Piense que usted también tiene el valor para vivir sin algunos placeres, que puede reducir sus consumos para ajustar sus gastos hasta donde alcanzan sus ingresos.

Piense en que personas comunes, como usted y yo, son capaces de renunciar al sexo y convertirse en sacerdotes y monjas. Que son capaces de renunciar a la comida en una huelga de hambre, por motivos de salud o hasta para mejorar su apariencia física.

Si usted no tiene empleo ni ingresos de dinero por ninguna vía, seguirá teniendo las necesidades básicas de supervivencia, aunque no pueda pagar por aquellas que cuestan dinero. Mientras usted encuentra la forma de producir, un hermano le da albergue en un cuarto de su casa y le tiende un plato de comida.

   En esta situación ¿qué necesidades cree usted que puede tener?. ¿qué anuncio de televisión puede meterle en la cabeza que necesita un carro y pasarse unos días en Bávaro?

Quizás en el pasado disfrutaba de todas esas ventajas cuando tenía un buen empleo; y creía que eran una necesidad. Si esa creencia llegó a convertirse en un profundo sentimiento, entonces su condición actual puede acarrearle frustración y vergüenzas. Se sentirá mal porque el programa que la publicidad y el mercadeo le han inyectado en el cerebro le dice que usted no puede vivir sin esas cosas; que vale menos sin ellas.

Tenemos que prepararnos mentalmente para aceptar tranquilamente situaciones en las que no tengamos muchas cosas para vivir con comodidad y plena satisfacción. Si usted gana 60,000 pesos y tiene la creencia de que necesita un carro, perfecto, pero si mañana pasa a ganar sólo $10,000 entonces de inmediato debe vender ese carro y disponerse a usar los carros de concho y las guaguas de la OMSA. De manera que, la pérdida del empleo anterior y el carro, no le quiten el entusiasmo y el gozo de vivir.

CLASIFICACIÓN DE LAS NECESIDADES

Primaria.
Son las necesidades básicas con las que hemos nacido y vivido desde hace cientos de miles de años.

Secundarias.
Estas necesidades son vías para satisfacer las primarias o básicas y otras secundarias. Entre estas necesidades podemos citar a) el empleo, b) los estudios.

Terciarias.
Estas necesidades apoyan la realización de las secundarias. El transporte es una de ellas, a través de la cual podemos llegar al trabajo y al centro de estudios.

¿Qué ocurre con la necesidad de transporte si usted vive a tres cuadras de donde trabaja o estudia? Si vive lejos de esos lugares, ¿ha pensado mudarse más cerca? De esta forma gastará menos o ningún dinero en transporte y empleará menos tiempo para el traslado.

CONSUMO EQUILIBRADO

El 31 de Diciembre de cualquier año; dos familias, con iguales ingresos e igual cantidad de miembros, hacen un recuento de sus gastos en ese año que termina.

La familia A no coge fiao ni prestado. En cada mes gastó menos de lo que cobró, y ahorró el sobrante.
La familia B es de aquella que coge todo lo que venga, de modo que en Enero se metieron en todo lo que les fiaron y prestaron.

En ese año la familia A se alimentó, educó y atendió la salud de su gente de manera satisfactoria, además ahorró y  compró los electrodoméstico que necesitaba. En cambio, la familia B llegó penosamente al final de ese año. Con desnutrición, desatención médica y educativa, sin ahorros y extrañamente con menos electrodomésticos que la otra familia. ¿Cómo se explica esto?, muy fácil.

La familia A con paciencia y buen juicio aprovechó todo su dinero. La otra familia, por su desenfreno, tuvo que pagar en intereses a los fiadores y prestamistas una gran cantidad del dinero que se  ganó con el sudor de su frente.

AHORAQUISMO

En la época en que era un muchachón veíamos con frecuencia en los cines películas de Tarzán, animales y selvas en las que casi siempre aparecían pantanos de arena movediza, a las que iba a caer algún solitario y desafortunado personaje. En su lucha y afán por salvar la vida ese personaje se movía frenética y desesperadamente y... mientras más se movía más rápido se hundía. Eso mismo nos pasa y ha pasado a muchos por asuntos de dinero y todo lo que su falta o escasez acarrea.

Muchos dominicanos estamos identificados como gente ansiosa que deseamos tenerlo todo, ahora y aquí. Se trata de una sensación que oprime y empuja a ejecutar acciones temerarias que conducen al fracaso, hundiéndonos aun más en esa miseria que tratamos de abandonar, alejándonos aun más del progreso que queremos alcanzar.

Un terrible ejemplo son los miles de dominicanos que han perdido la vida en el mar tratando de alcanzar una vida mejor.
Necesariamente se impone la tarea de empezar a construir entre los dominicanos una cultura que fomente la paciencia, el ahorro, y la búsqueda de logros paso a paso, con trabajo y estudios.

Corría octubre  cuando ofrecí darle a cada hijo la cantidad de $1,000.oo en Diciembre, al recibir el doble sueldo. Dos o tres días después una hija de 15 años me propuso que le diera $100.oo y que se los descontara de los ofrecidos para Diciembre. Ella quería gastar los mil pesos o parte de ellos antes de que llegaran. También esto significaba que yo se los daría antes de que estuvieran en mis manos.

Como faltaba un mes y medio para el doble sueldo hice un cálculo travieso y le respondí que le prestaría los cien pesos a un interés de 600% (seiscientos por ciento mensual) o sea que tenía que pagarme $900.oo de interés más los $100.oo de capital adeudados. De haber aceptado, ella sólo habría consumido $100.oo de los mil que pronto iba a conseguir, ¡por quererlo todo ahora y aquí!.

EL TACAÑO

Existe un grupo de personas especiales que viven entre nosotros y que parecen estar vacunadas contra el virus del consumismo.

El tacaño, es modelo de buena administración y de materialismo cristiano al no dejarse esclavizar por la tenencia y uso de cosas innecesarias. Es un ser sacrificado que muchas veces soporta las burlas y maltratos de los más beneficiados de su manera de proceder.

El tacaño es quien con su conducta financiera propicia la armonía y la tranquilidad de su familia al mantenerla libre de deudas, aprovechando cada peso que entra al no pagar intereses y disponiendo de ahorros para afrontar los serios problemas que se les presentan en materia de salud, educación, accidentes, etc.

ALIANZA CONSUMIDORES / SECTOR PRODUCTIVO / COMERCIO

Hace un tiempo un prestamista anunció haber ganado miles de millones de pesos en su gestión del año anterior. Con gran alegría y satisfacción celebraban su enorme logro fruto de la eficiencia y capacidad de sus empleados así como de la aceptación y confianza de sus clientes. ¡Felicidades! Así se trabaja y se hace negocios.

En ese mismo año a ese prestamista yo le pagué RD$25,000.oo (veinticinco mil pesos) de intereses como precio para disfrutar de un préstamo de consumo que me concedieron por efecto de mi mala administración. Ahora bien, ¿Cuantas libras de pollo? ¿Cuántas latas de leche? ¿Cuánto arroz, muebles, libros, ropa… no llegaron a mi familia ese año por falta de cuartos mientras ellos disfrutaban de finos vinos y exquisitos placeres con el dinero que yo me gané fajao trabajando?

¿Cuantos miles de dominicanos ese mismo año sufrieron escaseses y miseria por préstamos que realmente no se justificaban o por satisfacer apresuradamente necesidades que podían esperar a que llegara el salario del mes, las vacaciones o el doble sueldo? Mejor aun, podemos lograr que las situaciones imprevistas nos encuentren preparados con un fondo de emergencia o un fondo de sobregiro.

Pero… esta situación ¿Afecta sólo al individuo y las familias? ¡No! Si mi comportamiento previo no me hubiese conducido a buscar aquel préstamo entonces aquellos 25,000.oo pesos se habrían convertido en más arroz, leche, libros y muebles para mi familia.

Eso mismo multiplicado por miles de familias en la misma situación significa que sin esas perjudiciales deudas de consumo los sectores productivos, comerciales y de servicios de la nación tendrían un crecimiento muy superior al experimentado actualmente.

 TODOS LOS SECTORES PRODUCTIVOS DE LA NACIÓN SON PERJUDICADOS POR LA EPIDEMIA DE LAS DEUDAS DE CONSUMO

Con estas reflexiones procuramos llamar la atención de los sectores productivos, comerciales y de servicios para que junto a los consumidores tomemos consciencia y nos unamos en la elaboración de una estrategia que eduque, defienda, oriente y produzca leyes encaminadas a cambiar esta triste realidad.

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