Cada mes
ahorraré y gastaré menos de lo que gano
Podemos decir que existe una buena
“salud económica” cuando no tenemos deudas de consumo con intereses, gastamos
menos de lo que ganamos, creamos un fondo para usarlo únicamente en casos de
emergencia y ahorramos en un plan de jubilación para asegurarnos de que en
nuestra vejez recibamos dinero todos los meses para mantenernos.
RUTA DE SALUD ECONÓMICA
Eliminación
de deudas de consumo.
Fondo de
sobregiro.
Fondo de
emergencia.
Ahorro para
proyectos.
Ahorro en
plan de jubilación.
ELIMINACIÓN DE DEUDAS DE
CONSUMO
Préstamos y prestamistas son, para
muchos, una impresionante realidad que forma parte de nosotros. Intentar
apartarnos bruscamente de hábitos con raíces profundas en nuestra naturaleza
conductual puede guiarnos al desaliento y al fracaso.
Como primer paso para acabar con este
tipo de deudas podemos tomar la decisión de no comprar nada a crédito, reducir
gastos en todas las cosas que podamos y dedicarnos firmemente a pagar las
deudas existentes, abonando para ellas cada peso que aparezca por ahí o por allá.
FONDO DE SOBREGIRO
Después de terminar con las deudas de
consumo el siguiente paso será formar un pequeño fondo para cubrir algún gasto
imprevisto y poco común, para el cual nos sentimos en la obligación o el deber de responder.
El monto de este fondo de sobregiro
lo decide usted según guste. Una medida adecuada es que este fondo sea entre
una cuarta parte y la mitad de su salario. Si gana RD$8,000 su fondo iría de 2
mil a 4 mil.
Luego de hacer algún gasto,
buscaremos la forma de reponer el dinero utilizado, ya sea haciendo aportes
durante varias semanas, meses o de
cualquier otra forma posible.
FONDO DE EMERGENCIA
En todo momento estamos expuestos a
situaciones lamentables e imprevistas que demandan el uso inmediato de dinero
en su solución. No sabemos en qué momento aparecerá una de esas crisis, pero si
estamos seguros de que tarde o temprano recibiremos la noticia de que un
familiar cercano tiene un problema judicial, que está grave después de un
accidente o por enfermedad. O que a nosotros hay que tratarnos de una peligrosa
enfermedad para la cual, si lo tenemos, el seguro de salud sólo cubre una parte
de los gastos. Si para afrontar estas situaciones definitivamente no tenemos el
dinero necesario, entonces sufrimos las peores consecuencias que puedan
derivarse del caso.
Es evidente que para la gran mayoría
de la población resulta imposible tener el dinero necesario para satisfacer
todas sus necesidades, sean éstas reales o inventadas. Al caer cien pesos en
nuestras manos ya tenemos cosas pendientes esperando por valor de miles de
pesos. Esta verdad implica que mucha gente no dispone de dinero al momento en
que se ve ante un caso de emergencia y en otras situaciones incluso es asaltada
por la crisis cuando está muy maltratada por las deudas.
Para que estemos libres de deudas y
tengamos ahorros, tienen que ocurrir profundos cambios en nuestra forma de gastar,
tenemos que armar formas seguras de mantener esos ahorros, y sobre todo tenemos
que sentir que de verdad se justifica el sacrificio de tener guardado un dinero
y no darnos gustos y placeres con él.
Para
el fondo de emergencia estamos hablando de ahorros que eventualmente salvarán
nuestras vidas.
Se estima que el fondo de emergencia
debe estar entre 3 y 6 veces el salario que cobramos mensualmente. Para quien
gana RD$10,000 este fondo andaría entre 30 y 60 mil pesos. Después de formar
este fondo, para mantenerlo hay que actuar con firmeza para usarlo
exclusivamente en casos de emergencia.
También es conveniente definir en qué
proporción y para cuáles miembros de la familia estará destinado. Así mismo es
útil tratar de convencer a los hijos, hermanos y tíos, que tienen ingresos
regulares, para que también posean su propio fondo de emergencia.
Además aclarar con los hermanos que
todos tienen igual compromiso ante una emergencia de sus padres, por lo que
ninguno podrá agacharse o querer aprovecharse alegando que no tiene dinero,
cuando posee un empleo, bienes, facilidad para préstamos y derrocha en gastos
no prioritarios.
En el caso de que aporte lo que
corresponda a otros hermanos, tratar de que sea en calidad de préstamo, con
documentos firmados.
¿Dónde y como tener el dinero
del fondo de emergencia?
La primera opción es depositarlos en
una cuenta de ahorros la cual es segura y permite retiros rápidos aunque tiene
el inconveniente de que con el tiempo nuestro dinero pierde valor por efecto de
la inflación.
Otro inconveniente es que la
facilidad de retiro es en sí una tentación para nosotros y un riesgo de cara a
los demás porque alguien tratará de engatusarnos para darle a nuestro dinero
otro uso diferente al planeado.
Ante esos tiburones de tierra sea
firme y convincente. Diga que a ese dinero, fondo de emergencia, se le está
dando el mejor de los usos, que es precisamente estar listo para un verdadero
caso de emergencia de aquellos para quienes está destinado, se lo merecen y en
la proporción máxima preasignada. No ceda ante demandas y promesas que lucen
como un sueño del paraíso para pronto descubrir que son el puro infierno.
De todos modos una de las mejores
medidas de protección para este fondo es que su existencia sólo sea conocida
por una o dos personas, sin decir mentiras, pero también sin desnudar verdades
altamente vulnerables ante el asedio tenaz de situaciones incontrolables.
En nuestro entorno aparecen unos
vivos que usan su dinero para darse
gustos y pretenden que el nuestro sea para resolver los problemas de ellos.
Si un hermano suyo, pobre también,
que no dispone de reservas de alimentos, amanece con cien pesos y rápidamente
los gasta en ron y juego de lotería, para cuando sea de noche podría tener una
hambre bestial porque de verdad verdad, no tiene dinero con qué comer.
Si usted conmovido por su tragedia le
regala precisamente cien pesos para que coma, nos hacemos la siguiente
interrogante:
¿Los cien que usted le dio fueron los
que el se comió o fueron los que jugó y se bebió por la mañana? ¿Por qué esta
pregunta aparentemente ilógica?
El dinero que su hermano posee es primero,
ante todo, para satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia, o sea para
comer. Si le sobra, entonces hacer uso en educación, salud, ropa etc. Y si
todavía le sobra mucho dinero es aceptable que gaste en vicios no peligrosos.
¿Qué ocurre si usted no le da los
cien pesos?
El empieza a entender que usted no
apoya su sinvergüencería.
A su hermano no le pasará nada porque
una persona soporta viva más de 20 días sin comer y el sólo lleva un día.
La segunda opción es tener el fondo
de emergencias en certificados de participación o a plazo fijo en bancos
comerciales, con la opción de poder cancelarlos o retirarlos cuando se
necesiten. En esta forma el dinero pierde menos valor y nadie estará inventando
con ellos.
En caso de que no sea posible tener
un fondo de emergencia real, podríamos entonces habilitar un fondo de emergencia
aparente, el cual consiste en tener preparada alguna vía para obtener
prontamente, en uno o dos días, el dinero que necesitáramos para una crisis en
el futuro.
Una forma es conseguir la aprobación
de un préstamo personal o extracrédito con tarjeta para ser utilizado en el
futuro, sin que nos cueste nada mientras no lo usemos. En varias entidades
financieras disponen de este tipo de crédito.
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